lunes, 16 de mayo de 2011

¿Que será será? (Whatever will be, will be)


Aunque no me gusta nada escribir sobre política, y menos hacer pronósticos electorales, no puedo esta vez resistirme a hacer apuestas sobre las elecciones autonómicas en Extremadura donde se plantea un escenario absolutamente nuevo: el PP aparece con posibilidades de ganar las elecciones.

Lo curioso es que en Extremadura está tan asumido que gana el PSOE, que la gente a quien preguntas no cree las encuestas que dan la victoria al PP. Tanto es así que ni el propio PP parece creérselas.

Pues yo estoy convencido de que esta vez el PP va a ganar las elecciones y de forma clara. Otra cosa es que consiga gobernar, que pienso que también, pero ganar, seguro que gana.

¿Y en qué me baso para mis predicciones? En qué va a ser, hombre de Dios, en las encuestas. Menuda perogrullada dirán algunos. Pero es que si me basara en mi intuición, en lugar de creer en el trabajo de los profesionales de la demoscopia, sólo podría tildárseme de presuntuoso o de despistado. Pues, a pesar de que esto parece obvio, sólo conozco a una persona más que se atreve a creer en las encuestas. Todos opinan, por el contrario, que Fernández Vara tiene un don que le hace inmune a la derrota.

Hay otras cuestiones, además, que me llevan a pensar en el triunfo del PP. En primer lugar, que Vara no se parece plantearse la posibilidad de perder. Hace poco le oí decir en una ponencia que a él la gente le dice la verdad. Yo pensé que probablemente lo que le dicen es lo que le gusta oír. Pero, en cualquier caso, lo cierto es que el presidente es muy elogiado por quienes le rodean, y el halago produce alejamiento de la realidad y exceso de confianza, que suelen ser la antesala del desastre. Recuerdo la frase del magistral Eugenio Palomero cuando, para referirse a las causas de la crisis, hablaba de la necesidad de “embridar la soberbia”. Sin olvidar lo que dice el refranero sobre las torres altas.

Por el contrario Monago, a quienes todos parecen considerar en poco, está haciendo los deberes de forma bastante humilde (cosa inédita en los anteriores candidatos del PP) y yo siempre he creído en la constancia y la humildad como medio para obtener resultados. Citando nuevamente a Palomero, me quedo con su frase sobre la conveniencia de “disciplina y pelo corto”.

Si a lo anterior le unimos el monumental cabreo de los funcionarios públicos, a los que el Presidente les recortó el sueldo, aunque no fuera idea suya, sin molestarse en dar muchas explicaciones (nuevamente el exceso de confianza) y que en los pueblos de Extremadura, tradicional caladero de votos del socialismo, las cosas están bastante mal por la crisis, no creo que la mejor predicción sea ignorar las encuestas y basarse en la infalibilidad del César (vale, era del Papa, pero es que aquí el Papa no pinta nada).

En fin, a riesgo de que se rían de mis dotes de augur, apuesto dólares contra galletas a que Monago gana con bastante holgura. Otra cosa es que su victoria sea pírrica si al fin no consigue formar gobierno. El domingo se verá. Alea iacta est!

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