domingo, 27 de febrero de 2011

Del cambio


Debatiendo la necesidad del cambio de modelo económico español debido a la crisis me deja un amigo en facebook esta frase de Nicolás Maquiavelo:
“ No existe nada más difícil de realizar ..., que iniciar un nuevo orden de cosas. Porque el reformador tiene como enemigos, a todos aquellos que se benefician del orden antiguo, y sólo tiene como defensores, poco entusiastas, a quienes se beneficiarían del nuevo orden ”...

La frase tiene mucho de verdad pero se puede actualizar a los nuevos tiempos en que los cambios no vienen necesariamente desde arriba. Y si no, que le pregunten a las dictaduras árabes que están cayendo como bolos.

Efectivamente el cambio tiene enemigos acérrimos en los que se benefician de lo antiguo, y también en los que simplemente tienen miedo a lo nuevo. Pero no creo que sus defensores sean sólo quienes se beneficiarían de nuevo orden.

Hoy nos encontramos con la crisis de un modelo económico basado en un Estado del Bienestar al que todo se le permitía como consecuencia de su pretendida superioridad ética, incluído dirigir nuestro pensamiento a través de la cultura subvencionada, financiado por una economía de mercado distorsionada por un crédito barato que ha permitido todo tipo de excesos inmobiliarios y financieros. Este modelo en que, tanto los cobijados por el paraguas de lo público como los que se forraban en el sector privado, estaban tan a gusto se ha venido abajo estrepitosamente .

La consecuencia es que no hay una disyuntiva entre cambio o no: lo que había se ha caído por insostenible y, por tanto, necesariamente será sustituído por algo distinto. Lo único que queda por ver es si trataremos de mantenernos cobijados en las lo que queda del edificio antiguo (que cada vez podrá dar cobijo a menos gente) o si construiremos un nuevo edificio económico moderno y sostenible con cimientos sólidos.

Así, cada vez más gente se pasará al bando del cambio. Y si no es por convencimiento lo será por necesidad. Estamos asistiendo a momentos de miedo e incertidumbre en los que se tiende a pensar que en lo público se está calentito mientras que en la calle hace frío. Ya podemos cambiar el tiempo verbal: se estaba calentito. Ahora los que más padecen el miedo son los que están bajo el paraguas de lo público, que ven como el edificio se desmorona sin alternativas válidas. Y eso porque los modelos dirigidos producen anestesia debido a su inmovilismo y a la instalación en la zona de confort permanente, el peor escenario para el progreso y desarrollo.

Cuando lo público se cuestiona por insostenible, las oportunidades están en la calle, que será el motor del nuevo modelo económico. Es la hora de los emprendedores, motivados además por la sensación de dirigir el propio destino que tiene un valor añadido que, cuando se saborea, no tiene precio.

"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los Cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre.”

martes, 22 de febrero de 2011

La cultura del subsidio


http://http//www.lavanguardia.es/lacontra/20110222/54118388758/somos-una-sociedad-anestesiada-a-base-de-subsidios.html

Tremendo el análisis de Marc Vidal.

Comparto su opinión de que este modelo de sociedad está anestesiado a base de subsidios y ha perdido el empuje que le llevó a hacer cosas grandes en el pasado. Pero no tengo tan claro que sus conclusiones tengan que cumplirse a la fuerza.

Parece claro que un modelo que considera normal que el criterio para contratar a empleados públicos sea, no el perfil profesional, sino realizar contratos por seis meses para que al finalizar el mismo se tenga derecho a prestación por desempleo (noticia en el Hoy de esta mañana y práctica habitual en muchos ayuntamientos) es insostenible. Cuando no se trabaja para realizar un proyecto o, al menos, para defender un empleo, sino para justificar un subsidio, hablar de productividad, competitividad y, en general, de desarrollo es pura entelequia.

Pero no comparto su idea de que al final desembocaremos en un modelo donde muy pocos trabajarán mucho para que muchos no trabajen. Y eso porque no creo que los pocos se sacrifiquen por una causa tan poco gratificante. O acabarán en la economía sumergida o en el extranjero (votar con los piés es un clásico) Y el modelo se vendrá abajo. Cierto que lo hará a la fuerza, porque hay muchos que se aferran a él como la orquesta del Titanic se aferraba a los instrumentos mientras se hundía el barco, con la diferencia de que espectáculo de la orquesta tenía grandeza.

Esperemos que al final surja un nuevo modelo basado en valores como la responsabilidad, el esfuerzo, la satisfacción por el deber cumplido, y el premio a quien se lo merece, premisas sobre la que se puede elaborar un sistema sostenible a la vez que solidario con los verdaderamente necesitados de protección, no con los aprovechados y ventajistas.

domingo, 20 de febrero de 2011

La Revolución Dominó


Túnez, Egipto, Libia, Marruecos, Irán, Bahreim ... la que se está liando en Oriente Medio. Empiezo a creer en la Alianza de Civilizaciones. A ver si me explico, no en la de Zp con los turcos y Mohamed VI, sino en que, como dice la Carta de Derechos del Hombre y del Ciudadano, "todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos". Y si hay algo que puede igualarnos a los occidentales con el mundo islámico es verlos no como radicales con bombas debajo de la chilaba sino como ciudadanos que luchan por su libertad y derechos, tanto frente a reyezuelos feudales como frente a imanes prehistóricos.

No tengo ni idea de lo que va a pasar en ese polvorín (el caso de Rusia puede dar alguna pista) pero me pega que va a sobrepasar todos nuestros cálculos, incluídos los de los islamistas radicales, el "gendarme USA" y los políticos europeos.

Confiemos en que les vaya bien y consigan la libertad y estabilidad democráticas como paso previo al progreso.

Y, después de esto, no apuesto un euro por la dictadura china.

Empezamos


Después de un par de años desde la creación de mi primer blog en el que nada se publicó (por ahí anda muerto de risa) y meses desde la creación de éste, nos estrenamos. Puede que el comienzo sea fruto de la vanidad, pero si hay millones de blogs funcionando antes, me consuela pensar que en mi caso se tratará de un pecado venial.

El título viene de la archiconocida historia del pesimista, el optimista y el realista. Y aunque estoy reputado como un optimista irreductible (como dijo Churchill, no parece muy útil ser otra cosa) creo que en la coyuntura actual es preferible ajustar las velas a esperar que cambie el viento.

Confío en me sea útil para fijar la derrota de mi barco. Si sirve además para que alguien lea algo que le ayude a ajustar su rumbo me alegraré, aunque creo firmemente que cada uno debe saber mejor que nadie las condiciones de su embarcación y el puerto de su destino.