sábado, 7 de enero de 2012

Derecha sin lado derecho?



Hace nada comentaba la tranquilidad que daba ver en el castillo de popa a una tripulación competente y profesional. Ahora me pregunto si no será demasiado profesional. He oído hablar de liderazgo y management a los mejores de este país y todos sin excepción pregonaban la importancia del lado derecho de nuestro cerebro, lo que antes llamábamos corazón. Es la parte relacionada con los colores, las sensaciones y la emoción, que tanto necesitamos en estos tiempos grises y fríos.

El día de Reyes estuve viendo con mis hijos pequeños la película “Chitty Chitty Bang Bang”. En ella el protagonista decía a unos niños que no hay que perder nunca la esperanza. “Menuda perogrullada”, dirán algunos. Y es cierto pero, aunque para darme ánimos me basto solo, siempre se agradece oír palabras de aliento de aquellos que se supone tienen más conocimientos y responsabilidad. Y es tremendo que, en estos momentos de incertidumbre, un musical para niños me motive más que el gobierno en el que los españoles hemos puesto el voto y la confianza.

Puede ser un problema de comunicación o de asesoramiento. No lo sé, pero en todos los equipos que he dirigido siempre he estado en contacto con mi gente, fueran las cosas mejor o peor. La comunicación ayuda a los que están fuera del puente de mando y, quizá mucho más, a los que están dentro. Ahora nos dicen que Rajoy estará un mes sin dirigirse a los españoles en tanto prepara la próxima cumbre europea. ¿Falta de valor para explicar el “impuestazo”? ¿Exceso de prudencia? ¿Falta de confianza en la capacidad de los españoles para encajar malas noticias? ¿O que es simplemente no sabe que hay un estado de desánimo que hace imprescindible mandar mensajes a los hemisferios derechos?

Hay tiempos en que el rumbo está marcado y sobran los discursos. Pero en las grandes crisis los líderes que han merecido tal nombre se han puesto al frente de forma visible, hablando a los pueblos que tenían la responsabilidad de dirigir. César junto al Rubicón; Napoleón en las Pirámides con su ejército sitiado en Egipto; Churchill con los alemanes al otro lado del Canal de la Mancha; o Roosevelt después de Pearl Harbour, son recordados por las palabras que pronunciaron, no por las horas que estuvieron trabajando en sus tiendas de campaña o sus despachos.

No es preciso que nos hablen de la tierra y el viento, ni un discurso que entre en la Historia con letras de oro. Pero en una crisis como la actual tampoco es de recibo un mutismo que puede confundirse con la indiferencia y no con la prudencia. Son necesarias palabras que sirvan para poner freno a los derrotistas. Porque además cuando entre todos salgamos de ésta, que será mucho más pronto que tarde, nuestro lado derecho del cerebro no recordará que se cuadró el presupuesto o que bajó la prima de riesgo sino que, cuando las olas barrían la cubierta y miramos al puente, no vimos a nadie que reconfortara nuestro ánimo.

4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Pero esa es la diferencia. El Sr. Rajoy no es un líder y de estas cosas no tiene ni idea. ¿Cuantas veces se superaron situaciones que parecían imposibles mas que por conocimiento por el estimulo del líder?. Se pueden poner ejemplos históricos a montones pero no es necesario. Ahora mismo cunde el desanimo, la desorientación entra las propias filas y pronto la desmoralización mas completa. Si no espabilan el gobierno no tendrá quien le escriba.
    Saluditos me gusta su blog.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Zorrete. Esperemos que alguien le diga a los de arriba que no todo son currículum y oposiciones.
    Un cordial saludo y no me trates de usted. Esta es tu casa.

    ResponderEliminar
  3. Mucho me temo que lo de Mariano es un problema de carácter.

    Espero equivocarme.

    ResponderEliminar
  4. Rajoy es simplemente el jefe de una panda de tecnócratas (en el mejor de los casos) y/o de medradores partitócratas, incapaces de ver más allá de las cifras e informes (los primeros) o más allá de sus enmoquetados despachos los segundos.
    No tienen ningún Principio o Valor y se mueven al son de encuestas de opinión y arrioladas varias.
    Los españoles demostrarán que prefieren a gente con principios (aunque muy discutibles, como el ultraizquierdista Pablo Iglesias) antes que grises funcionarios sin empatía, sentimientos y, lo que es primordial, sin valores.

    Groucho Marx coincide con Rajoy en algo más que en su afición por los habanos, cunado dijo:"Estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros".

    ResponderEliminar