miércoles, 28 de noviembre de 2012

Vivan Las Vegas (de Alcorcón)


La izquierda está que fuma en pipa desde que Adelson, ese abuelete con pinta de tener más peligro que Willy Fogg con un bonobús, decidió montar un macrogarito en Alcorcón. A él y a Esperanza Aguirre le han llovido críticas desde todos lados. Poco menos les acusan de montar la Babilonia de la meseta, llevando al vicio y la perversión a los hogares madrileños. "Espe" se ha ido, pero el antro de perdición al que aspiraban los catalanes, que ahora le llaman puticlub porque como no alcanzan las uvas dicen que estaban verdes, se queda.
El último  motivo de discordia  a cuenta del Disney World del vicio ha sido la posibilidad de dejar fumar en los casinos. Yo dejé de fumar hace ocho años (me fui antes de que me echaran) pero la verdad, sigo sin tener muy clara la razón por la que un atajo de políticos mangantes ostentan la potestad de decidir de un día para otro si hay que fumar en el bar, los retretes o la calle. Me maravilla especialmente que permitan a un adulto acostarse con una niña de 13 años si consiente, pero le sancionen con una multa millonaria si ofrece un pitillo a una de 17, aunque también consienta. Por eso no acabo de entender el puritanismo de la progresía, que ha hecho cuestión de honor nacional el que no se fume en la sala de ruleta.
 
De toda la vida los casinos eran sitios para el vicio y tenían cuatro componentes esenciales, juego, bebida, tabaco y mujeres de mala vida. A mí no me parece mal que las autoridades vigilen que el juego sea limpio y eviten que el tabaco sea de contrabando, la bebida garrafón y las fulanas paguen peaje a un chulo. Pero, como empiecen a prohibir los vicios, Eurovegas va a tener el ambiente de un club macrobiótico.
 
Desde que Zp, Zerolo y demás papanatas impusieron la visión cósmica de la moralidad aquí los únicos que se lo pasan bien son los gays. Yo, la verdad, voy para mayor y mis juergas últimamente pasarían la censura de mi suegra pero, leches, hay que dejar que la gente se divierta, sobre todo si eso supone una oportunidad laboral para miles de españoles. Al final los progresistas nos van a poner a cantar salmos a todos, eso sí cobrándonos derechos de autor. Qué coñazos!

 

2 comentarios:

  1. Es la nueva moral: no fuméis, no comáis grasas...

    Una moral "light", con unos principios "light", para unos individuos mentalmente "light".

    En realidad, lo que encubre es la falta de moral y de principios.

    ¡Qué pena!

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  2. Me imagino un Rick`s Cafe Americain progresista:

    Humphrey bebiendo limonada, Sam cantando "No nos moverán", la peña jugando al parchís... brutal.

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