lunes, 6 de febrero de 2012

Extremadura se cae (2) La mentira tecnológica.


En noviembre de 2002 el Washington Post recogía la noticia de que una región europea planteaba el mayor desafío al dominio de Microsoft. La región era Extremadura y el desafío era Linex, un desarrollo en software libre que ha hecho correr muchos más ríos de tinta que bites.

Efectivamente, cuando el caudillo Ibarra, un completo analfabeto tecnológico, vio el filón propagandístico que suponía colocar a Extremadura en el mapa digital, imaginó que una región periférica que no había tenido Revolución Industrial podía situarse en la vanguardia de la Revolución Informática mundial. Y así se invirtieron millones y millones en comprar ordenadores para las aulas (uno para cada niño era la consigna) sin contar con que no existía la base de conocimiento TIC que permitiera aprovecharlos. Y con la excusa de ahorrar unas cuantas licencias de software se gastó una fortuna en hardware.

El invento sirvió para crear una nueva religión, que tenía sus propios “padres”, sus “catedrales” presididas por una cigüeña, sus partidarios y por supuesto su financiación. Era una religión atractiva, el software libre frente al software propietario representado por el omnipotente Bill Gates. Y en una causa tan benéfica, progresista y universal no cabía escatimar, que al final pagaba Europa. Y se invirtieron más millones en desarrollos informáticos con la excusa de que nada era caro porque el conocimiento se quedaba en la región.

Lo de menos es que los ordenadores se cubrieran de polvo en las escuelas, con sistemas operativos y programas que envejecían a toda velocidad. Era accesorio que, diez años después de la portada del Post, los funcionarios extremeños siguieran trabajando con Windows, la herramienta del enemigo, porque el tiempo y dinero invertido no habían conseguido crear nada propio utilizable para la gestión administrativa. No importaba que Extremadura fuera irrelevante en la comunidad del software libre porque los paniaguados de Linex vivían como cigarras sin aportar nada nuevo. Una minucia que la penetración de Internet en los hogares extremeños fuera inferior a la media nacional.

Lo importante es que la nueva religión tenía dos ventajas innegables: era progresista y no se sabía muy bien en qué consistía. Así podía cubrir bajo su manto a los adeptos que vivían como pachás a costa de los fondos tecnológicos. Porque, a diferencia de otras inversiones o gastos con precios contrastables, aquí nadie tenía claro cuánto se pagaba ni por qué, lo que abría un inmenso abanico de posibilidades.

El nuevo gobierno ha decidido acabar con aquel proyecto y se han alzado algunas voces criticando el fin de la esperanza digital en Extremadura. Que no cunda el pánico. No se ha perdido nada puesto que no había más que el vacío, oculto por la página ya amarillenta de un diario americano.

4 comentarios:

  1. A los americanos les gusta demasiado tocar de oído. Hoy el NY Times mete una cagada fabulosa a cuenta de Garzon. Bill estará encantado con esta competencia Extremeña. Un estudio de los grandes bancos dan tres problemas gordos y de difícil solución en España, a saber: La burbuja inmobiliaria que tiene a los bancos con una debilidad extrema y sin capacidad de dar créditos. El despilfarro autonómico desbocado --véase una muestra en este post--. Y la corrupción horizontal, transversal y diagonal de la clase política. Las Taifas nunca fueron buenas.
    Saluditos.

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  2. Y es que somos maestros en malvender humo.
    Insuperable lo de "Villafranca de los Barros, Ciudad de la Música".
    Igualico, igualico que Salzburgo.

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  3. Puede que Extremadura se caiga, pero Ibarra se levanta...
    Se levanta 60.000 pavos al año sólo por su jubilación de profesor universitario que nunca fue.

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  4. Mira que suerte, al final tenías razón:

    http://www.educarex.es/edutecnologias/equipamiento-centros.html

    Se abandona Linex en beneficio de Microsoft Windows. Ahora los 40 millones de euros del nuevo proyecto van a pagar además de todo lo anterior, licencias de un software que seguirá sin ser usado, a excepción del antivirus que echará humo.

    ¿No sería el momento de dedicar otro artículo al tema?.


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