jueves, 5 de julio de 2012

Amigos con lo ajeno.


Junto a la especie de los amigos de lo ajeno o cacos vulgares convive otra, plenamente legal, constituida por los amigos con lo ajeno.  Son todos aquellos capaces de lo mejor para con sus semejantes siempre que ellos no paguen la factura, ni en forma de dinero ni de esfuerzo personal.
Este género no es nuevo. Así los ejemplos se multiplican desde Robin Hood, que tenía buena prensa porque el Sheriff de Nottingham carecía de amigos, hasta el típico aguafiestas que en cuanto la suerte llama a la puerta de los demás en forma de herencia, lotería o por cualquier otro título gratuito, dispone del dinero como si fuera un albacea testamentario. Eso sí, como por chiripa le toque una pedrea desaparece del mapa sin dejar al prójimo ni un marevedí. Recuerdo el corte que Cela le dio a un periodista que le preguntaba a quién iba a donar  su recién ganado Nobel. "A nadie, porque lo he ganado yo"", respondió sin dudarlo. Pues bueno era Don Camilo!
Ahora hay quienes han decidido repartir las primas de los campeones de Europa con la excusa de la crisis. Desde una plataforma digital a mayor gloria de su promotor, un tal Yago de Madrid muy conocido en su casa a la hora de comer, a Alicia Sánchez Camacho, la jefa pepera en Cataluña, que ha perdido una inmejorable ocasión para estar callada, habida cuenta del mosqueo que tiene el personal con el sueldo de los políticos. Internet ha facilitado mucho las cosas a los benefactores por cuenta de terceros, pues con un golpe de click pueden repartir las joyas de la corona británica. Bueno, a lo mejor no tanto, pero a Iniesta un inventor de bulos le levantó la prima brillantemente lograda en la Eurocopa y la donó a los afectados por los incendios de Valencia. Y todo antes de que se apagaran los rescoldos y supiéramos si los perjudicados directos son los campesinos o la Diputación Provincial.
En Extremadura tenemos a nuestros diputados autonómicos que, tras dejar tiritando a los funcionarios con los recortes de sueldo, decidieron rebajarse el suyo un 5% para destinarlo a una causa benéfica, como si el dinero saliera de su bolsillo en lugar de salir del presupuesto. Así cualquiera, pero a los funcionarios no les dieron opción de jugar al "doce meses, doce causas". 
Sea el ego, la envidia tan española o las ganas de chinchar, la especie no se extingue. Es bueno tener presente que son tiempos de trabajo duro, poca ostentación y solidaridad. Pero solidaridad con lo propio porque para repartir lo ajeno ya están políticos y sindicalistas, que además siguen a rajatabla el conocido principio “el que parte y bien reparte se queda la mejor parte”.

2 comentarios:

  1. Lo de ser benéficos con la pasta ajena, como hacen los diputados extremeños, es "pa nota".

    Cuando se ha perdido no sólo la decencia, sino también el sentido del ridículo, se alcanzan las más altas cotas de "bibianismo" y "pajinismo": además de llevártelo crudo, estás convencido de que ayudas a la humanidad.

    Al final, va a tener razón el que inventó aquello de las "catástrofes humanitarias".

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  2. Ea !!! Ahi queda eso !!!

    Besos de tu hermana

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