Como en la canción de Mercedes Sosa, me gustaría
pedirle a Dios algunas cosas para el 2013, que se nos presenta incierto y, al
mismo tiempo, lleno de esperanza. Pero dado que la lista es larga me limitaré a pedir
una: que triunfe la decencia.
Así, para el Nuevo Año no voy a pedir políticos de
altura; solo políticos que hagan lo mismo que pregonan, o que pregonen lo mismo
que hacen.
No pido banqueros generosos; me conformo con que
no engañen a ahorradores e inversores, ni se aprovechen de quienes pasan apuros
financieros.
No pido periodistas brillantes; valen aquellos cuya pluma no escriba al dictado de los interesados en que
no se sepa la verdad.
No pido jueces infalibles, siendo suficiente que
traten con el mismo rasero a humildes y poderosos.
No pido empresarios virtuosos; limitándome a pedir
que sus beneficios sean fruto del juego limpio y la satisfacción de sus
clientes, no de sus influencias con el poder.
No pido funcionarios excelentes; basta con
servidores públicos que hagan el trabajo por el pagamos nuestros impuestos.
No pido ciudadanos ejemplares; sino personas que
no hagan que los demás les saquen del fuego las castañas que ellos mismos
pueden sacar, y no admitan la indecencia de quienes detentan el poder político
o económico.
No pido sindicalistas… bueno, no pido sindicalistas
Dios mío.
Lo único que pido es que en los nuevos
tiempos que se avecinan no tengamos que sufrir a los mismos sinvergüenzas que
hemos visto vivir a cuerpo de rey, tanto en las vacas gordas como en las
flacas, a costa de la miseria y el dolor ajeno. Porque si conseguimos entre
todos que se imponga la decencia seguro que trabajo, justicia y
prosperidad vendrán solos.
Así sea.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarFeliz 2013 y que se cumplan esos deseos.
ResponderEliminarSaluditos.
QUE DIOS TE OIGA.FELIZ AÑO!!!
ResponderEliminarFeliz Año Nena!!!
EliminarYo tambien suscribo eso, con todas mi fuerzas.
ResponderEliminarYo antes veía el 2013 como el reinado de Witiza, pero creo que hay un cambio de actitud. Se nota hasta en los anuncios de la tele de las empresas españolas. No es muy científico, pero se percibe algo nuevo en el ambiente.
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