Eso es lo que parecen pedir los periódicos con titulares como “más de un millón de parados mayores de
45 años no volverán a encontrar trabajo en su vida” o “Nueve de cada diez
parados de más de 45 años aceptarían cualquier tipo de trabajo”. La
siguiente pregunta es “Dónde está escrito eso?”. Dónde pone que, como en los
yogures, las personas tienen una fecha de caducidad en la tapa que les
inhabilita para ser útiles a partir de los 45 o 50 años? No me fio mucho de
ese tipo de titulares porque los escriben los mismos que hace cuatro días
afirmaban rotundamente que la vivienda no podía bajar de precio.
Nadie discute que a los 45 es complicado fichar por el Manchester United o ser modelo de Woman Secret,
pero de ahí a estar acabado hay un trecho. No quiero entrar en las críticas a una
sociedad que prescinde de lo que no es joven, porque a los
jóvenes tampoco se les pone la cosa fácil. Lo que me subleva es una sociedad
cuyos voceros siempre encuentran una ocasión para el victimismo. Nada en la
vida de nadie está escrito porque cada uno somos dueños de nuestro destino.
"Pero qué va a pasar con las
víctimas de la reconversión de sectores como la banca?" dicen otros. Pues dependerá de ellos.
Si eran buenos seguro que su conocimiento, experiencia y contactos les
procurarán alguna salida. En la sociedad de la Información, el conocimiento es
el principal factor productivo, generando mucho más valor que otros como,
por ejemplo, la tierra. Y se puede adquirir y explotar el conocimiento a partir
de los 45. La fuerza o la presencia física no es lo importante en la era
de la deslocalización y del teletrabajo, donde se prestan servicios personales
sin necesidad de que te vean siquiera. Lo que no puede faltar, como a los 20, son la ilusión y las ganas.
Ghandi empezó a los 50 su lucha
social, el liderazgo de Churchill tuvo su auge a partir de los 55, Amancio
Ortega abrió su primer Zara a los 40, Kentucky Fried Chicken lo creó el coronel
Sanders a los 50 años y Beethoven compuso la Novena Sinfonía a los 53. Sin
necesidad de llegar a esas alturas, hace menos de un mes en nuestra empresa
hemos firmado un convenio de colaboración con una compañía comercial cuyos
socios pasan de largo los 50 años porque nos gusta lo que ofrecen, experiencia
y ganas. Ahora mismo estamos constituyendo una empresa cinco socios de los
cuales la mitad no cumplirá los 50 y creemos que tiene todo el futuro por
delante.
Por eso, cuando oigo a alguien
decir que los mayores de 45 años están desahuciado y sin porvenir me entran
ganas de contestarle:
“tu madre!”.
Es una de tantas idioteces que se ha convertido en un lugar común, y que nadie se molesta en combatir.
ResponderEliminarComo es otra de que "tenemos los jóvenes más preparados de nuestra historia".
Mmm... si fuera verdad ¡tendría que morirme como que muy pronto! y ciertamente NO me apetece. Saludos, ministro!!
ResponderEliminar