lunes, 7 de noviembre de 2011

“Mujeres, alcohol y pistolas" (banda sonora de Ennio Morricone)



Un estudio de la Universidad de Granada concluye que “aunque resulte inconcebible, un 28% de los universitarios españoles sigue recurriendo a conductas sexualmente coercitivas, como la de invitar a unas copas, para conseguir mantener relaciones sexuales con sus compañeras”. Los autores sospechan que “los comportamientos coercitivos vinculados con el alcohol tendrían mucho que ver no sólo con la situación, sino también con la ideología de género especialmente de los chicos, en concreto con su mayor o menor adhesión a lo que en la literatura especializada se conoce como mitos sobre la violación”.

Pues ya saben ustedes, si a alguno se le ocurre después de una cena romántica invitar a una copa a la chica, puede que, en lugar de responderle “¿en tu casa o en la mía?”, lo lleve al cuartelillo por ejercer sobre ella una conducta sexual coercitiva.

Yo no sé si estas ocurrencias son fruto de alguna reprimida o de un necio con problemas con las mujeres. Si le dijeran a Mae West, después de preguntarle a Cary Grant “llevas pistola o te alegras de verme”, que éste podría invitarla a una copa para debilitar su voluntad en el marco de un mito sobre la violación, seguramente la diva se partiría de risa y preguntaría que quién iba a violar a quién.

Pues 80 años después, los tipos más tontos de la Galaxia han decidido echar sobre sus hombros la pesada carga de proteger la virtud de las mujeres, aunque ahora la virtud se llame “voluntad contra conductas sexuales coercitivas”. Por cierto, son los mismos tarados que, en un ejercicio de coherencia, consideran que un maromo de 17 años puede dejar embarazada a una niña de 13 y llevársela de la mano a abortar sin que sus padres se enteren de la jugada.

Yo ya no entiendo nada. Ahora resulta que los que presumían de la liberación sexual femenina estiman que una fémina no puede tomarse un pelotazo de whisky antes de revolcarse con un noviete. Sólo les falta incapacitarlas y recluirlas, como especies protegidas, en el Zoo de la Casa de Campo. Lo único que me consuela es pensar que somos muchos los que empezamos a estar hartos de esta hornada de Pajines, Bibianas, profesores de Granada y demás mojigatos que te condenan al ostracismo por encender un pitillo, a galeras por comerte una hamburguesa XXL, o al mismo infierno si se te escapa una mirada al escote de una maciza.

Definitivamente, en España no cabe un tonto más.

6 comentarios:

  1. Jjjajajajajajajajajajjajajajaj Jejejejejejejejejejejejjeejjeje Jijijijijijijijiijijijijijijiji Jojojojojojojojojojojoojojojoj Jujujujujujujujujujujujuujujujuj Charo Mtnez-Carande

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  2. Ni uno más. Y la mayoría están peleando en estos momentos.

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  3. Pero bueno ¿es que estos pijiprogres no salen a la calle? ¿No han visto nunca un "botellón"? ¿Todavía no se han enterado de que hoy son las chicas las que le pagan la copa a un tío porque "les gusta su culito"?

    Por cierto, estoy en absoluto desacuerdo con tu apreciación de que ya no cabe un tonto más. Muy al contrario, siempre caben, basta con que al fondo, a la izquierda, se aprieten un poquito.

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  4. Juan Luís, para que te entiendan ellos y ellas, si te leen, tienes que ser tan políticamente correctos como ellos. No puedes hablar de Pajines y Bibianas, refiriéndote a Aído, debes decir... "empezamos a estar hartos de esta hornada de Aídas y Pajinas..." Ambas cosas, llevadas a la vida práctica, muy socialistas puesto que la primera es obrera y lo segundo, recuerda que aquí en Extremadura estaba subvencionado... no el hecho en sí, claro, sino su enseñanza. Un abrazo... El anónimo soy yo, JR Santos.

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  5. En www.enfoquedivergente.com teneis una opinión, que no cabe en este espacio, sobre este interesante estudio y sus conclusiones.

    Igual os parece interesante.

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  6. Me ha encantado Master Wiloby. Un saludo.
    Ajustandolasvelas

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