martes, 29 de noviembre de 2011
De Alatristes, teutones y Lazarillos.
Parece que se configura a toda prisa y de forma inexorable una europa de dos o tres velocidades. En la cabeza del pelotón figurarán los alumnos aventajados, y en el de cola los que no han hecho sus tareas y han gastado lo que no tenían. Algunos dirán que no es justo ni solidario. Pero cuando comparo Dinamarca con Grecia, me inclino a confiar más en el sentido de la justicia del Centro y Norte de Europa que en el Mediterráneo.
¿Y dónde debe estar España? A mí no me cabe ninguna duda de que en el vagón de cabeza ¿Cederemos nuestra soberanía para cerrar filas tras la rubia teutona? Habrá que hacerlo. No se puede decir que la solución de la crisis es más Europa sin explicar qué significa eso. Y el significado no es que Europa pague sino otro bien distinto, dejar la improvisación y el quijotismo y meterse de lleno en la ética del trabajo concienzudo y el rigor calvinista.
Puede resultar tentador mandar al carajo a los alemanes y volver al “que inventen ellos”, que en España se vive muy bien y no necesitamos a esos cabezas cuadradas. Ya les daremos otra paliza en la próxima Eurocopa. Pero eso no nos pone en la situación de Alatriste, cerrando filas y cubiertos de gloria frente a los luteranos, sino en la del Lazarillo o el Buscón, mendigando para sobrevivir mientras se robaban entre pícaros.
No se trata de renunciar a nuestras peculiaridades sino a los vicios que nos han puesto en el disparadero, con una deuda pública y privada insostenible y unos niveles de corrupción que, además de lastrar nuestras finanzas, son demoledores para la moral de los que cumplen. Tampoco debemos renunciar a tener entidad propia para convertirnos en el perrillo faldero de los germanos. Pero si queremos liderar tendremos que aspirar a lo máximo, liderar en el pelotón de cabeza. En el de cola no hay sitio para la gloria.
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Lo que sugieres es que la culpa de la crisis (situación financiera de los bancos) la tenemos los españolitos y la verdad es que la culpa la tienen como siempre los políticos, las grandes empresas multinacionales y como no el sector financiero. Si tienen que desaparecer la mitad de los bancos por estar en quiebra (debido sobre todo a su inagotable avaricia) pues que desaparezcan y así se acabará con la desconfianza entre ellos. Lo que no se puede hacer, es que pague siempre el mismo, el ciudadano de clase media y baja y que las grandes fortunas y corporaciones internacionales sigan creciendo y expandiéndose a nivel mundial, presionando a gobiernos para imponer su sistema, sistema al cual vamos abocados, la esclavitud del trabajador. Hay que tomar ejemplo de países como Islandia y darle a los políticos y financieros donde mas les duele, a unos sacando el dinero de los bancos y a otros manifestándoles que su sistema esta caduco, pero para esto último se necesita una mayor cultura del españolito medio.
ResponderEliminarBien, es una opción muy socorrida mirar hacia el lado y pensar que la culpa de nuestros problemas la tienen otros. Pero hay hechos tozudos que se empeñan en demostrar que los estudian duro, trabajan duro y son austeros están saliendo a flote a pesar de los bancos y los políticos.
ResponderEliminarAjustando las velas