La clonación es como comer
patatas fritas, que una vez empiezas no puedes dejarlo hasta que se termine la
bolsa. Empezaron clonando ordenadores, siguieron clonando a la oveja Dolly y resulta
que ahora puede clonarse a Paquirrín. Yo soy de letras y no termino de verlo
claro, porque pasas de las células madre a los embriones y terminas como en el
chiste de Zp, que a uno que se le cayó la cabeza le pusieron un melón y acabó de
presidente del gobierno.
Ahora viene la polémica sobre los
límites morales de la ciencia. Unos opinan que el avance es maravilloso y abre
nuevos horizontes a la medicina, permitiendo crear órganos que eviten el
rechazo en los trasplantes. Otros querrán hacer clones enteros. Los más
sensatos dicen que jugar a ser Dios es un disparate. Pues yo creo que no hay
que preocuparse del tema religioso o filosófico antes de resolver los problemas
prácticos.
No nos engañemos, aquí el
problema no es de ética sino de funcionalidades. Si nos ponemos a clonar órganos
vamos a parecer lagartos, que les cortas el rabo y les sale otro. Y en cuestión
de rabos la clonación está mal resuelta porque, si uno no está contento con el
tamaño de un órgano y lo clona, va a salirle otro del mismo tamaño, con lo que
hemos hecho un pan con unas tortas. Deberían pensar en la posibilidad de hacer injertos.
Se injerta un apéndice clónico con el
del butanero, por ejemplo, y se evita al mismo tiempo el rechazo del
clonado y de su pareja. Yo lanzo la idea
y si cuaja me pido el copyright.
Pero el problema gordo viene con
las clonaciones de cuerpo entero, pues seguro que en la lista de espera iban a
estar los más tontos. Todo necio que se precie está encantado de haberse
conocido. Y aunque estuviera algún listo… alguien se imagina a Punset dando el
coñazo por los siglos de los siglos?
Luego está la cuestión del copago.
Cambiarse la cabeza para curarse las migrañas será más caro que comprar Nolotil,
y al final pasará lo de siempre, que los potentados se lleven el gato al agua. A
mí me da dentera solo pensar en Botín clonándose cada temporada. Y no te digo a
Fernando Alonso, que se acabará pasando al piragüismo, con tal de no ver al banquero en los
boxes disfrazado de animadora un año tras otro.
En conclusión, mejor olvidar las clonaciones
e irse muriendo cuando toque, porque ninguno somos tan imprescindibles para andar dando tumbos por el mundo una vez pasada la fecha de caducidad. Como dice mi suegra, lo poquito agrada y
lo mucho enfada. Y quien tenga afán de perpetuidad que se deje de clónicos y
escriba una sinfonía o
estudie mucho, que así fue como Beethoven o Madame Curie pasaron a la eternidad. Pero me temo que la mayoría optará por lo
fácil y, si les dejan, tendremos a los mayores memos del panorama nacional interpretando una versión cutre de Walking Dead.
"El alma noble nunca muere, más allá de su eternidad brillarán sus huellas."
"El alma noble nunca muere, más allá de su eternidad brillarán sus huellas."
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